¿Qué es una persona en riesgo de exclusión social? Conoce los criterios, el perfil de los colectivos en riesgo de exclusión social y cómo abordar este problema en favor de la inclusión.
¿Qué significa estar en riesgo exclusión social?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el riesgo de exclusión social como la situación que “afecta a individuos o grupos humanos, impidiéndoles acceder a un nivel de calidad de vida decente, y/o de participar plenamente, según sus propias capacidades, en los procesos de desarrollo”.
Por tanto, las personas con riesgo de exclusión social son aquéllas que no tienen garantizada su participación en la sociedad en condiciones de igualdad.
Pero, para entender qué significa exclusión social, se atiende a una serie de criterios (en los cuales puedes profundizar más a través del Grado Superior en Integración Social de UNIR). Consideramos que alguien está en esta situación cuando se encuentra en, al menos, una de estas condiciones:
- Bajos ingresos.
- Privación material severa.
- Hogares con intensidad de empleo muy baja.
Asimismo, hay cuatro factores de riesgo de exclusión social:
Limitación económica
La limitación económica es la más evidente y se puede manifestar de diferentes formas:
- Inestabilidad laboral.
- Bajos ingresos.
- Dificultades para acceder a recursos y alimentos.
Limitación social
La limitación social se refiere a la ruptura de lazos sociales y tiene consecuencias en la salud mental (daños psicológicos).
Limitación política
La limitación política tiene que ver con la no participación en decisiones políticas o que tienen que ver con la vida comunitaria y conlleva una pérdida de contacto social.
Limitación personal
Cuando hablamos de limitación personal nos referimos a las dificultades de acceso a los servicios sanitarios y de salud.
¿Cómo saber si estás en riesgo de exclusión social en España?
Para hablar de personas en riesgo de exclusión social en España tomamos como referencia la llamada tasa Arope, un indicador que se obtiene a partir de la Encuesta de Condiciones de Vida que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El INE establece que, si una persona en nuestro país se encuentra en alguna de estas tres situaciones, puede considerarse en riesgo de exclusión social:
- Ingresos inferiores al 60% de la media.
- Privación material severa.
- Vivir en hogares con una tasa de intensidad de empleo muy baja.
Cuando hablamos de la privación de material severa se tienen en cuenta trece conceptos o indicadores, como no poder permitirse disponer de un coche, no poder irse de vacaciones al menos una semana al año, no poder permitirse un televisor o no poder mantener la vivienda a una temperatura adecuada, entre otros.
En cuanto a la tasa de intensidad de empleo muy baja, se refiere a la empleabilidad de los mayores de 18 años que trabajan menos del 20% de su potencial de trabajo en el último año.
Por tanto, hoy en día muy pocas personas están a salvo de poder encontrarse en una situación de riesgo de exclusión social, de ahí la importancia de contar con redes de apoyo social y familiar. Esto refuerza la importancia de contar con profesionales como los integradores sociales, que intervienen con colectivos que se encuentran en exclusión social pero también con colectivos que se encuentran en riesgo de exclusión social, como pueden ser mujeres maltratadas, menores, ancianos, personas con discapacidad, personas con enfermedades mentales o personas con adicciones, entre otras. Por eso este perfil profesional tiene tanta relevancia para la sociedad actual.
¿Cuál es el perfil de los colectivos en exclusión social en España?
Según la tasa Arope, el riesgo de pobreza en España afectó en 2023 al 26,5% de la población, medio punto porcentual más que el año anterior.
Sólo tres años antes, el 11º Informe anual sobre el estado de la pobreza y la exclusión social en España decía que 12 millones de personas en nuestro país se encontraban ya en esta situación, la mitad de ellos en unas condiciones de pobreza severa.
Entonces, el perfil más habitual de una familia en riesgo de exclusión social era de un adulto con uno o más hijos dependientes.
Por sexos, las mujeres tienen (ligeramente) un mayor riesgo de exclusión social que los hombres, especialmente las más jóvenes (de 16 a 29 años).
Si hablamos de jóvenes en riesgo de exclusión social, el perfil es de grupos familiares desintegrados, problemas sociales y económicos, desempleo, carencia de una vivienda o falta de apoyo familiar.
Y, en cuanto a los menores en riesgo de exclusión social, hablamos de niños desprotegidos, víctimas de violencia y malos tratos, falta de acceso a vivienda, educación, salud o servicios básicos como el agua potable.
Ayudas la integración de estas personas en riesgo de exclusión social
El riesgo de exclusión social tiene graves consecuencias, por lo que es importante tomar medidas para la integración de las personas que se ven afectadas por este problema.
Una propuesta es la implantación del certificado de riesgo de exclusión social, que acredita que una persona se encuentra en situación de pobreza y, por tanto, que puede acceder a ayudas para personas en riesgo de exclusión social de carácter estatal o que debe tener preferencia a la hora de obtener un empleo.
Cualquier propuesta que sirva como integrador social generará un impacto positivo. Pero es importante tener en cuenta que esas medidas no sólo deben ir dirigidas a la población vulnerable sino al conjunto de la sociedad, para que todos tomemos conciencia y nos impliquemos en la inclusión de quienes no se encuentran en igualdad de oportunidades.
Formación en herramientas para la inclusión social
Los motivos de exclusión social pueden ser muy variados y este problema afecta a un porcentaje bastante elevado de la población. Por eso, para los profesionales que trabajan con esta realidad en su día a día es fundamental seguir formándose para conocer todas las herramientas disponibles para la inclusión social de quienes no pueden cubrir sus necesidades básicas.