La metodología Lean Startup ha cambiado el mundo del desarrollo de empresas: una manera de lanzar una empresa de forma sencilla, rápida y barata.
Las organizaciones desarrollan su mercado, a través del método Lean Startup, y construyen demanda para su producto, antes de invertir grandes cantidades de dinero en algo que quizás nadie comprará.
¿Qué es Lean Startup?
Lean Startup es una metodología de trabajo que aumenta las probabilidades de éxito de un negocio proporcionando las mejores mejores prácticas para innovar contra las dinámicas del mercado y las interrupciones externas, eliminando así todo lo inútil.
Lean significa magro, algo que no produce valor en un proceso y startup es la puesta en marcha de un negocio. Por lo tanto, el significado concreto de Lean Startup es una puesta en funcionamiento ajustada.
Los emprendedores utilizan este método para utilizar sus recursos de la forma más eficiente posible. De este modo, gestionan los riesgos y buscan un sistema en el que haya una visión profunda del cliente y una iteración rápida.
¿Para qué sirve Lean Startup? ¿Cuál es el objetivo?
El Lean Startup sirve para acortar los ciclos de desarrollo, medir el progreso y ganar feedback por parte de los clientes. Esto se consigue porque se basa en el aprendizaje validado, la experimentación científica y la iteración en los lanzamientos del producto. ¿Recuerdas lo que hablamos sobre los project managers o los scrum masters? Bueno, sigue leyendo y ya me dirás qué te parece esto de Lean Startup.
El Lean Startup aporta confianza y asienta a los negocios emergentes antes de que lleguen a fracasar. Según un estudio de Cambridge Associates el porcentaje real de empresas con respaldo de riesgo que fracasan no ha aumentado por encima del 60% desde 2001.
¿Cómo se aplica? ¿Solo sirve para startups?
El método Lean Startup se aplica a través de tres pasos: construir, medir y aprender. Estos permiten estar en constante movimiento al probar con los clientes el producto creado y, una vez analizados los resultados, volver a construir de nuevo.
1. Construir
En esta fase inicial hay que trasladar la idea a un producto material. Como todavía no se contienen los datos necesarios para crear un artículo que se adapte a todas las necesidades del cliente potencial, lo que hacen las empresas es incluir aquellas características que ellas consideran prioritarias.
El resultado que se obtiene es un mínimo producto viable (MPV) o prototipo con funciones básicas que sirve para estudiar la reacción de los clientes. Así, con los datos recogidos se podrá pulir el artículo y saber qué público es el que estará interesado.
2. Medir
Para saber si el proyecto funciona hay que contar con buenas herramientas de medición. Lo primero es conocer con qué recursos cuenta la empresa para poder garantizar el éxito del producto. Lo segundo es recabar información sobre el producto y las reacciones de los consumidores.
Existen las denominadas ‘métricas piratas’ a partir de las que se recoge la respuesta del mínimo producto viable. Estas ‘métricas piratas’ son:
- Adquisición: ganar un nuevo cliente.
- Activación: el nuevo cliente se registra y usa el producto.
- Retención: el cliente lo usa nuevamente.
- Referencia: el cliente comparte el producto con sus amigos.
- Ingresos: el cliente paga por su producto.
3. Aprender
En este último paso, la empresa aprende de los resultados recogidos durante todo el proceso. A partir de aquí el ciclo se vuelve a iniciar para elaborar el producto final. Se construye sabiendo lo que necesitan los clientes potenciales y las opiniones de los stakeholders, personas relacionadas directa o indirectamente con el proyecto.
La eficacia del método Lean Startup provoca que no solo las empresas incipientes lo apliquen a sus procesos de creación, sino que entidades ya consolidadas, como por ejemplo Telefónica o Repsol, lo incorporaron, desde hace más de un lustro, a sus procesos de innovación para frenar los fracasos.
¿Por qué es mejor la metodología Lean Startup?
La metodología Lean Startup permite comprobar la validez del producto a lo largo de todo el proceso. A partir de un prototipo se conocen las necesidades de los clientes y esto permite que, al no ser un producto totalmente acabado, la inversión sea menor, al igual que el fracaso.
Las principales ventajas de este método son:
1. Elimina riesgos
Permite no hacer grandes inversiones de dinero al comienzo de un proyecto sin saber si el producto encajará o no en el mercado.
2. Esfuerzo útil
Se eliminan todos los procesos inútiles que no aporten valor al producto y que encarezcan el proceso
3. Cumple con las necesidades
El producto mínimo viable satisface a los clientes potenciales, asegurándole a la empresa un éxito
4. Estructura las ideas
El proceso se realiza paso a paso con datos medibles y en equipo.
5. Reduce fracasos
Al conocer lo que el cliente quiere hay muchas garantías de que el producto sea un éxito.
El libro y su autor
En el año 2012, aparece en las librerías un libro llamadoEl método Lean Startup. En él se narran los problemas que tienen las startups para llevar a cabo sus proyectos y cómo el método Lean Startup hace que las empresas sean más eficientes, pongan en marcha prácticas que acorten los procesos de desarrollo, midan el progreso real y entiendan qué es lo que quieren realmente los clientes. El método Lean Startup lleva vendidos más de un millón de ejemplares y se tradujo a más de treinta lenguas.
Este libro fue escrito por Eric Ries, un emprendedor cansado de sufrir fracasos y de perder tiempo y dinero en proyectos que no fructificaron. Ries popularizó el método gracias a su obra y registró la marca Lean Startup.
Esta metodología supuso un antes y un después en el ámbito empresarial porque su base es aprender en poco tiempo invirtiendo los recursos mínimos.
¿Quién es el autor del libro Lean Startup?
El autor del libro Lean Startup es Eric Ries, un empresario estadounidense que estudió en la Universidad de Yale y descubrió la metodología Lean Startup a todo el mundo. En la actualidad, reside en San Francisco y se dedica a dar charlas sobre este método a empresas.
Ha fundado varias startups, entre ellas IMVU, donde ejerció de director de tecnología, y ha asesorado en materia de estrategias de negocio y producto a startups, sociedades de capital riesgo y grandes corporaciones, entre ellas General Electric, empresa con la que se asoció para la creación del programa FastWorks. Ries ha sido emprendedor residente en la Escuela de Negocios de Harvard, IDEO y Pivotal, y es fundador y consejero delegado de Long-Term Stock Exchange.
Para desarrollar el Lean Startup como método se inspiró en el desarrollo de clientes de Steve Blank y se influenció por la metodología del Lean manufacturing de Kiichiro Toyoda, creador de Toyota.
Algunos ejemplos de metodología
El Lean Startup se inspiró en sus inicios en metodologías como la Lean Manufacturing y fue ejemplo para otras que surgieron posteriormente como la Lean Change Management.
Lean Manufacturing
Esta metodología fue creada por Kiichiro Toyoda, creador de la compañía automovilística Toyota. Ries encontró en el Lean manufacturing —o producción ajustada— los principios esenciales para el Lean Startup. La metodología de Toyoda es un modelo que trata de entregar el máximo valor a los clientes utilizando los recursos mínimos necesarios. Se centra en la continua optimización del producto eliminando actividades que no aporten valor al proceso.
Lean Change Management
Es otra metodología ágil creada por Jason Little y basada en el ciclo del Lean Startup. Se basa en la experimentación, en el feedback continuo, en afrontar los cambios desde la cocreación y en poner el foco en las personas. A través de la innovación se crean experimentos de manera iterativa para ver los resultados y poder adaptarlos a las respuestas del entorno con rapidez.
El modelo de Little se basa en un ciclo iterativo en el que primero están los descubrimientos, luego las alternativas cuando se identifiquen problemas y, al final, el experimento aplicando el cambio mínimo viable.
Metodologías ágiles
Estos métodos permiten adaptar la forma de trabajo a las condiciones del proyecto, permitiendo rapidez y eficacia. Hay un trabajo colaborativo y autogestionado, lo que implica motivación al equipo de trabajo y satisfacción del cliente que también se ve involucrado en el proceso. Algunas de las más usadas son Scrum (del que aparece el Scrum Master) o Design Sprint, la utilizada por Google.
Algunas empresas que han seguido esta metodología
El Lean Startup es cada vez más utilizado por empresas de reciente creación como por empresas de larga trayectoria. Las startups apuestan por este método para evitar riesgos y no hacer grandes inversiones sin saber si sus productos van a tener acogida en el mercado. Las grandes entidades ya consolidadas buscan que sus nuevos servicios no supongan un fracaso y que se adapten al máximo a las necesidades de sus clientes.
Un ejemplo de startup que se impulsó gracias a este método fue Pintar sin parar. Una compañía de productos de pintura que realizaron fotografías realistas creadas en ordenador de mobiliario pintado para ver si esto influía en la decisión de compra de los clientes.
Una empresa, muy utilizada y conocida a nivel mundial, que utilizó el Lean Startup es Dropbox. Comenzó como un producto mínimo viable que, a través de una proyección de 3 minutos, mostraba a los espectadores lo que esa plataforma podía hacer. En la actualidad, tiene más de 500 millones de usuarios en todo el mundo.
Otra plataforma de gran repercusión mundial que comenzó con este modelo es Netflix. Es una de las pioneras y ayudó a desarrollar esta metodología. Esta empresa quiso mejorar el servicio de alquiler de películas y lo que hice fue exponerlas en internet, que el usuario escogiera la que quisiera y en unos días le llegaba a casa por correo. Se podían devolver por el mismo sistema de forma gratuita. Esta entrega a domicilio mudó en consumo en línea y creación de contenido propio, con más 117 millones de abonados en todo el mundo.
En España, Telefónica creó Lean Elephants para lograr procesos de innovación más rápidos y eficaces. Este modelo les permitió alcanzar resultados en mes y medio, aumentar el número de proyectos un 45% y reducir el presupuesto medio invertido en cada uno de ellos, un 48%.