Los makers son personas que utilizan las herramientas y conocimientos tecnológicos para fabricar todo tipo de objetos. Su filosofía suena a otro tiempo, donde los artesanos dominaban la producción, ¿verdad?
¿Qué es un maker?
En muchas ocasiones solemos encontrar la etiqueta de manitas tecnológicos para identificar a los makers, sin embargo, su origen tiene un toque mucho más punk: estas personas han adaptado la filosofía del DIY (Do it yourself) o hazlo tú mismo al ámbito de la tecnología para desarrollar proyectos de impresión 3D, programas de código abierto, impresoras láser, productos de robótica y muchas otras artesanía” tecnológicas que parten de una premisa básica: aprender haciendo.
En este artículo de Xataka encontramos una buena definición de los makers: “mentes y manos inquietas”. Personas innovadoras y creativas con un talento especial para la creación de productos y soluciones tecnológicas. Algunos de ellos han encontrado en esta filosofía su profesión, mientras que para otros supone una vocación cada vez más demandada en el mercado laboral. ¿Por qué es tan atractiva la cultura maker?
Claves de la cultura maker
La cultura maker nace al amparo de la revolución tecnológica. ¿Por qué depender de especialistas y grandes empresas tecnológicas para solucionar mis problemas? Esta pregunta puede ser un buen punto de partida para entender el movimiento maker. Desde esta perspectiva, el desarrollo de actividades relacionadas con la tecnología, la robótica, la impresión o la programación no tiene por qué depender de los grandes desarrollos técnicos. ¡Al contrario! Desde la filosofía hazlo tú mismo es posible utilizar todas las herramientas y conocimientos disponibles disponibles para solucionar problemas y necesidades reales.
Aunque el movimiento maker está vinculado a la digitalización y la revolución tecnológica (momento en el que se democratiza el acceso y uso de las herramientas necesarias), su origen puede remontarse, incluso, a los años 70. Durante estos años surgen algunas preguntas fundamentales para entender el movimiento maker. ¿Son suficientes las metodologías educativas tradicionales? ¿Qué posibilidades prácticas tiene la tecnología existente? ¿Cómo puede aplicarse el conocimiento tecnológico a la solución de problemas diarios? ¿Qué puedo hacer para cambiar mi realidad? Un maker es inconformista por naturaleza, es una persona que busca siempre una salida diferente.
El valor de la cultura maker
Los makers se han apropiado de la tecnología y la fabricación de productos tecnológicos innovadores. Estas personas no esperan a que “alguien” les ofrezca “algo”, sino que investigan, recopilan información y “hacen lo que necesiten”. Aprenden por el camino gracias al trabajo en “espacios makers” , espacios tecnológicos (Fab Labs, Makerspaces, Media Labs, Maker Faires, Hackathon) que suelen integran a grupos de personas con la misa vocación para compartir conocimiento, experimentar con la tecnología y aprender juntos. Además, los makers comparten redes de información a través de la web y contribuyen de forma decisiva a la creación y transferencia de conocimiento. Existen publicaciones destacadas, como la revista Makezine, considerada como una pieza fundamental del movimiento maker: se trata de una revista bimestral estadounidense publicada por Media Haker que recoge proyectos relacionados, principalmente, con la computación, la electrónica, la robótica y la metalurgia.
Durante los meses de confinamiento provocados por la COVID-19, muchas publicaciones y medios de comunicación se hicieron eco del valor de este movimiento. El diario El País, por ejemplo, definía el valor del movimiento maker en su “apuesta por la soberanía popular en la tecnología” y su solidaridad para crear soluciones innovadoras destinadas a mejorar la vida de las personas.