Los expertos en inteligencia artificial (IA) quieren diagnosticar de forma rápida y precoz de todo el tipo de enfermedades, también el coronavirus. Repasamos cinco investigaciones que demuestran cómo la IA es tan certera, o más, que los propios médicos.
¿Te imaginas una cámara que, con solo captar tu imagen, sea capaz de detectar el riesgo de padecer una enfermedad determinada? Sin ningún otro dato, solo con una fotografía. No se trata de una visión futurista, sino de una realidad cada vez más habitual. Es el resultado de aplicar la inteligencia artificial a la medicina, sin duda, uno de los principales campos donde la IA tiene mucho que aportar.
El objetivo que guía los avances tecnológicos en este sentido es sencillo: que la inteligencia artificial pueda identificar patrones para así poder emitir un diagnóstico y, de esta forma, ayudar a prevenir enfermedades o acelerar su tratamiento. Según un grupo de investigadores de Birmingham, en Reino Unido, la AI puede ser tan efectiva como los profesionales sanitarios a la hora de diagnosticar una enfermedad. De acuerdo con su investigación, la máquina detectó de forma correcta la dolencia en el 87% de los casos, mientras que los médicos lo hicieron en el 86%. En cuanto a los pacientes que estaban sanos, la inteligencia artificial identificó correctamente al 93% de ellos, mientras que los sanitarios dieron con el 91%.
No obstante, el estudio también concluye que aún no existen suficientes evidencias científicas, o que estas no son tan sólidas como deberían, para poder asegurar que, sí, la inteligencia artificial realiza diagnósticos más certeros que los profesionales de la salud. Lo que está claro es que el potencial de la AI aplicado a la medicina es enorme.
Así, los logros en este campo aumentan año tras año. Y ahora que la pandemia del coronavirus ha revolucionado laboratorios y centros de investigación de todo el mundo en busca de vacunas, medicamentos y nuevas formas de frenar el contagio, los expertos en AI están exprimiendo al máximo su creatividad.
Porque no se trata solo de emitir un diagnóstico certero, la AI también permite agilizar consultas y reducir la carga de trabajo en hospitales y centros de salud, lo que, a su vez, hace posible un sistema sanitario más eficiente.
Desde UNIR FP hemos echado un ojo a nuestro alrededor para contarte cinco proyectos en los que la inteligencia artificial puede ayudar a prevenir y curar enfermedades.
De Google a científicos españoles, cinco casos de IA
Uno de los primeros proyectos de IA aplicada a la medicina llegó de la mano de Google. En 2016, el gigante de internet creó, en colaboración con un grupo de investigadores de Reino Unido, un sistema que permitía detectar de manera precoz la retinopatía diabética, una de las principales causas de ceguera en el mundo. Lo hacía después de un proceso de aprendizaje profundo o deep learning, en el que la máquina había analizado miles de imágenes de globos oculares hasta ser capaz de detectar, por sí sola, los signos de la enfermedad. Sin embargo, aunque las primeras pruebas en laboratorio fueron todo un éxito, las últimas aplicaciones prácticas en Tailandia no lo han sido tanto, lo que demuestra la necesidad de adaptar los proyectos de AI al contexto real de los profesionales que van a usarlos.
Desde el prestigioso MIT estadounidense llegaba en 2019 un segundo proyecto: un modelo de deep learning que puede detectar el riesgo de padecer cáncer de mama hasta cinco años antes de que aparezca, con solo examinar una mamografía. Se trata de un proyecto desarrollado por investigadores del Hospital General de Massachusetts y el Laboratorio de Informática e Inteligencia Artificial del MIT, y que predice casi el doble de casos que las técnicas habituales.
El alzhéimer es otra de las enfermedades que pueden detectarse de forma temprana con modelos de inteligencia artificial. Como en esta investigación de la Universidad de Boston, en Estados Unidos, en el que un algoritmo predice el riesgo de padecer la dolencia con más acierto que los neurólogos que participaron en el estudio. ¿Cómo? A través de la combinación de imágenes de la actividad cerebral, pruebas médicas y datos sobre edad y género de los pacientes del estudio.
La capacidad de predicción de la IA puede llegar incluso a averiguar si una persona sufre una enfermedad genética con solo ‘mirar’ su rostro y registrar características como la forma, el color de la piel o la disposición de los ojos. Así lo probaron los científicos que participaron en un estudio publicado en Nature Medicine a principios del año pasado. DeepGestalt, el software desarrollado, fue capaz de identificar de forma correcta hasta 200 síndromes genéticos, al menos en el 90% de los casos. Esto significa que la inteligencia artificial puede detectar en cuestión de segundos enfermedades que habitualmente no se diagnostican hasta pasados años.
Y llegamos al Covid-19. Una empresa tecnológica española, Biometrix Vox, en colaboración con investigadores del País Vasco y Murcia, está almacenando las voces de pacientes tanto con coronavirus como sanos para ser capaz de detectar si una persona tiene la enfermedad con solo escuchar su voz. De funcionar, bastaría con una llamada de teléfono para emitir un diagnóstico, lo que sin duda aceleraría procesos y permitiría un uso más eficiente de los recursos.
De momento son solo proyectos, en la mayoría de los casos, pero sus resultados demuestran que el uso de la inteligencia artificial podría transformar el diagnóstico médico para siempre. Y tú, ¿Quieres trabajar en inteligencia artificial?