Cada vez que visitas un nuevo sitio web, suele aparecer un aviso que te pide que aceptes las cookies. La mayoría de las veces, lo haces. Pero, ¿sabes exactamente qué son las cookies?
Cada vez que visitas un nuevo sitio web, suele aparecer un aviso que te pide que aceptes las cookies. La mayoría de las veces, lo haces. Pero, ¿sabes exactamente qué es lo que estás aceptando?
¿Qué son las cookies?
Las cookies son ficheros de texto que se almacenan en el navegador y que contienen información sobre la actividad del usuario en la web, por ejemplo, las contraseñas que introduce, las páginas que visita, la ubicación desde la que se conecta, etc.
¿Para qué sirven las cookies?
Su función es indispensable para que disfrutemos de una navegación fluida y que las páginas se abran en centésimas de segundo. También para que los anuncios que vemos en muchos dominios hagan referencia al destino de vacaciones que hemos estado consultando, al robot de cocina que hemos buscado en un marketplace o a la marca de ropa que acabamos de comprar. Es decir, las cookies sirven para personalizar nuestra experiencia de navegación.
En efecto, que en tu muro de Facebook se cuelen hoteles de la ciudad que vas a visitar el fin de semana no es cosa de magia, es cosa de las cookies.
Un poco de historia
Las cookies existen desde hace casi tanto tiempo como la web. Las inventó el programador Lou Montulli en 1994 para Netscape Communications, con el objetivo de que los usuarios de una aplicación de e-commerce tuvieran una cesta de la compra mientras navegaban por la tienda online. Es decir, los productos que seleccionaban se añadían al carrito y seguían en él aunque cambiaran de página.
El navegador de Netscape las incorporó en 1994, e Internet Explorer, un año más tarde.
Usos y tipos de cookies
Las cookies se generan en los servidores web y se descargan en el equipo del usuario.
Pueden ser de diferentes tipos, en función del objetivo que persigan. Por ejemplo, existen dos clases de cookies según su duración:
- temporales o de sesión, que desaparecen al cerrar el navegador y se utilizan, sobre todo, para mantener la sesión abierta en un sitio web mientras el usuario navega por él;
- o persistentes, que permanecen en el navegador hasta que el usuario decide borrarlas, aunque suelen tener una fecha de expiración. Se utilizan para almacenar registros e información de compras.
Las cookies también pueden dividirse entre:
- cookies de origen, que dependen del dominio que se está visitando;
- o cookies de terceros, que instala un sitio web al que no hemos accedido, por ejemplo, a través del botón de “Me gusta” en Facebook.
Además, una tercera clasificación diferencia las cookies por el uso que tienen:
- Técnicas, para recordar contraseñas o finalizar un proceso de compra.
- De personalización, que almacenan datos como idioma o ubicación del navegador.
- De análisis, que registran el comportamiento del usuario en un sitio web. Son, por ejemplo, las que utiliza Google Analytics para medir tráfico.
- Publicitarias, para optimizar el tipo y frecuencia de campañas y social ads en función del usuario.
¿Es posible borrar las cookies?
Cuando navegamos en internet podemos aceptar cookies, pero también podemos optar por rechazarlas o incluso borrar las que ya se han descargado. ¿Cómo?
Busca en los ajustes de tu navegador “borrar datos de navegación” (Chrome), “privacidad & seguridad (Firefox), “privacidad” (Safari) o “seguridad” (Explorer), selecciona las cookies y dale a OK. Así de fácil.
Así es la política de cookies en España
El uso de cookies en España se rige por una ley de 2012, que establece la obligación por parte de un dominio de informar sobre el uso que realiza de las cookies (en una página enlazada desde la home) y solo utilizarlas si el usuario así lo acepta. Por eso, cada vez que visitas un nuevo sitio web, ves un mensaje de “aceptar cookies” que solo desaparece cuando das o niegas tu consentimiento. El aviso debe ser visible, de ahí que suela incluirse en la cabecera o el pie de la página.
Ahora que ya sabes qué son y para qué sirven las cookies, falta una pregunta. ¿Por qué cookie, galleta en inglés? Existen varias versiones. Hay quien comenta que tiene que ver con el cuento de Hansel y Gretel, en el que los niños dejaban un rastro de migas o galletas para poder volver a casa. O quizá con las galletas de la suerte que contienen un mensaje de texto. Al fin y al cabo, la cookie es un fichero con información en su interior.