¿Cómo hacer exámenes online en la era digital? Te contamos lo que debes tener en cuenta para que sea todo un éxito, tanto si eres estudiante como docente La digitalización en el campo de la enseñanza ha llegado para quedarse y es necesario tener las herramientas para enfrentarse a una prueba online con toda la tranquilidad del mundo.
Como estudiante, seguramente ya te has enfrentado alguna vez a un examen online. Puede que esa experiencia, si no la habías vivido antes, te haya llegado en tiempos de pandemia. Porque, aunque los exámenes a través de plataformas virtuales ya existían antes del covid, el cierre temporal de los centros educativos y el boom que la formación online ha vivido en el último año y pico han disparado su uso, como ya sabrás si sigues nuestro blog.
Esta situación ha pillado por sorpresa a muchos. De repente, tras haber estado toda la vida haciendo pruebas con boli y papel, lo digital se impone y surgen muchas dudas. Los alumnos a menudo dudan sobre herramientas de software, archivos, plazos y otras cuestiones de logística. Los docentes, mientras tanto, se rompen la cabeza pensando cómo pueden plantear los exámenes para que los estudiantes no copien, o qué formato es el más adecuado para un tipo de formación, la online, que tiene sus peculiaridades.
De todo esto y algo más vamos a hablar en este post. Y tranqui, porque al final de la lectura no te haremos examen, pero seguro que verás todo más claro y estarás listo para preparar cualquier prueba y, sobre todo, para aprobar tu examen online.
¿Cómo hacer un examen en línea?
Hoy en día, la tecnología nos permite examinarnos cómodamente casi desde cualquier lugar y en condiciones óptimas. Si como profesor ponerse a diseñar una prueba online puede ser todo un reto, para el alumno, hacerlo no lo es menos, empezando porque a veces no sabe cómo funcionan o cómo son los exámenes online. Por ello, toma nota porque te contamos qué tienes que tener en cuenta para enfrentarte a un examen online con garantías de éxito.
1. ¿Qué tipo de examen vas a hacer?
Una de las primeras cosas que debes tener en cuenta es a qué tipo de examen te enfrentas. Vale, es a distancia, pero esto no tiene por qué significar que no sea supervisado. Puedes encontrarte con exámenes que sigan técnicas de proctoring (vigilancia, verificación de identidad, posibles bloqueos de navegación en tu dispositivo para evitar la copia, etc.), otros en los que alguien simplemente te supervise a través de una cámara durante algún momento puntual de la prueba o durante todo su desarrollo, o, directamente, que no haya supervisión.
Pero, ¡ojo! A veces nos confiamos y pensamos que, al no estar vigilados, tenemos vía libre para copiar. Si ya has hecho algún examen online sabrás que esto no suele cumplirse. Los profes suelen plantear pruebas que implican razonamiento, aunque sea examen tipo test online, y en las que no siempre se evalúan conocimientos, sino habilidades específicas del alumno (argumentación, visión crítica, capacidad de análisis…).
2. Averigua cómo es el examen.
Antes de nada, confirma cuál es el temario que entra en el examen. Y pregunta qué formato va a tener la prueba: ¿un examen tipo test online? ¿Examen práctico? ¿Prueba con preguntas de desarrollo? Los profes suelen guiarse por los objetivos de aprendizaje para escoger uno u otro.
Además, es fundamental saber cuál será la dinámica del examen: ¿vas a poder consultar teoría? ¿Podrás echar mano de algún libro o recurso durante la prueba? ¿Podrás guiarte por los apuntes? ¿Y consultar alguna duda al profesor durante el desarrollo del examen?.
3. ¿Tiene varias partes? ¿Cuánto dura la prueba?
Igual de importante es conocer la estructura de la prueba: ¿cuántas partes tiene? Si tiene más de una, ¿se hace todo el mismo día? ¿Una a continuación de otra? Además, es súper importante saber con cuánto tiempo vas a contar para realizar el examen y cada una de sus partes. No está de más consultar si va a haber pausas durante el desarrollo de una prueba o entre un ejercicio y otro.
Conocer estos datos te permitirá organizarte y estar más tranquilo, ya que no todos nos enfrentamos a un examen de la misma manera. A algunos estudiantes les va bien hacer una especie de esquema inicial con los conceptos clave que posteriormente desarrollarán (para que no se les escape ninguno). Otros optan por hacer primero, si les da tiempo, una versión en sucio con las ideas según vayan viniendo para luego pasarlo todo a limpio.
4. ¿Estas digitalmente preparado para la prueba?
Antes de hacer cualquier tipo de prueba online es preciso que compruebes el checklist de todo que necesitas para enfrentarte a ella. ¿Cuentas con las herramientas necesarias? El ordenador, seguro que ya lo tienes a punto, pero, ¿vas a necesitar también webcam, auriculares…? ¿Tienes que descargarte alguna app concreta? ¿Está el software instalado y actualizado?
Además, deberás asegurarte de que vas a contar con una conexión a internet estable que te permita hacer el examen sin sobresaltos. Si no la tienes, pregunta, ya que algunas instituciones o escuelas facilitan espacios como centro examinadores, es decir, ofrecen un aula física para que los alumnos puedan realizar la prueba en igualdad de condiciones.
5. ¿Cómo accedes a la prueba? ¿Y los plazos?
Al igual que ocurre con los exámenes presenciales, con los que a veces perdemos bastante minutos en encontrar el aula en el que se realizan, aquí tampoco conviene despistarse. Por ello, asegúrate a través de qué plataforma se va a realizar y si necesitas registrate. En definitiva, cómo es el acceso para llevar todo bien atado y no perder el tiempo con rollos técnicos.
Comprueba también el día y la hora, si la fecha es flexible o tienes que acceder en algún momento determinado. Además, fíjate en los plazos de entrega y en si, una vez abandonas el site, puedes retomar la prueba o no. Por lo general, una vez empiezas, no suele haber opción para dejarlo a medias, pero no está de más consultarlo (por si hubiese algún fallo técnico, sobre todo).
6. Mantén la calma y al ataque
Lo que está claro es que no podemos pensar ya de primeras que va a haber algún problema técnico o que, por ser online el examen, va a ser aún más rebuscado que uno presencial. Lo único de lo que debes preocuparte es de llevar todo lo más atado que puedas para que, una vez llegado el momento, no haya sorpresas.
Si sabes cómo va a ser el examen, qué temario entra, qué herramientas necesitas, cuánto dura la prueba, cuándo y cómo tienes que hacerla… ¿Qué puede salir mal? Como en cualquier examen, solo te podemos aconsejar que te cuides y relajes. Además, si estás en tu casa, probablemente podrás sentirte más cómodo de lo normal. Has estudiado y practicado muchas horas. Todo está en esa cabecita, confía en ti.
Y si soy profe, ¿cómo mejoro la experiencia del alumno en los exámenes online?
Los profes seguro que también tenéis dudas a la hora de diseñar un examen online. Si migrar las clases presenciales a las virtuales ya supone un gran reto para muchos docentes, evaluar de forma online puede convertirse en toda una pesadilla. Pero esto no tiene por qué ser así, como hemos dicho. Ni siquiera si eres de la ‘vieja escuela’ (guárdate esa excusa para otra ocasión).
Por ello, si eres profe, además de aconsejar a tus alumnos sobre cómo hacer un examen en línea, te conviene saber, principalmente, cómo hacer exámenes online y cuál es el mejor software para hacerlos. En UNIR FP sabemos bien de lo que hablamos porque todos nuestros cursos son online.
¿Qué tengo que tener en cuenta a la hora de diseñar una prueba online?
- Explicaciones claras: esto es algo que ya anticipamos, pero en lo que no está de más insistir. Utiliza un lenguaje claro para explicar los contenidos, estructura y reglas de la prueba.
- Determina los tiempos: los tiempos para la realización de la prueba, como en una presencial, han de ser realistas. Ten en cuenta, además, los minutos que pueden ‘perder’ los alumnos si tienen que registrarse para algo, esperar por algún permiso para avanzar en la prueba, o conectar algún dispositivo de hardware.
- Qué recursos o herramientas va a necesitar el estudiante: a la hora de plantear la prueba deberás también tener en cuenta qué es lo que va a necesitar sí o sí para llevarla a cabo. Como si estuvieras haciendo la lista del súper para que tu estudiante vaya a la compra, revisa: ¿necesita auriculares?, ¿webcam?, ¿una app o programa específico?…
- Planifica el tipo y contenido de examen: ¿qué solución se ajusta mejor a tus necesidades como profe? ¿Un examen tipo test online? ¿Un examen práctico? ¿Una prueba con preguntas de desarrollo? Guíate por los objetivos de aprendizaje y seguro que das con la opción más adecuada para tu caso concreto.
¿Con qué herramientas la puedo crear?
Question Pro
Una de las plataformas más usadas para crear exámenes en línea, ofrece una versión académica gratuita y es una propuesta muy interesante: da la opción de proponer itinerarios de examen diferentes en función de la respuesta que dé el alumno.
Socrative
Tanto para dinámicas de clase como para realizar exámenes, Socrative es la bomba. Puedes usarlo a través de navegador web o de su aplicación y cuenta con cientos de quizs ya creados por sus usuarios. Es una opción muy atractiva para combinar evaluación y juego.
Gexcat
El caso de esta plataforma es práctico y, sobre todo, curioso. Puedes importar una base de datos para que Gexcat genere el examen y este podrá llevarse a cabo en papel o en línea. Para evaluar el examen en formato físico, solo tendrás que escanear la hoja de respuestas para que se realice una corrección automática cuyos resultados podrás enviar por correo electrónico.
Edmodo
Esta famosa plataforma educativa te permite crear tests de manera muy intuitiva y personalizable. Está disponible en una amplia variedad de idiomas y puedes incluir en ella a estudiantes menores de 13 años, pues no necesitarán ni dirección de email para su registro.
GoConqr
Aunque GoConqr es conocida principalmente para hacer mapas conceptuales, también puede ser óptima a la hora de crear pruebas online. Es especialmente interesante su opción de incluir evaluaciones de conocimiento dentro de la rutina de estudio: los estudiantes podrán medir sus progresos y mejorar su planificación.
Edulastic
Disponible en inglés, Edulastic es una completísima herramienta que te encantará. Sus posibilidades son prácticamente infinitas y con ella puedes incluir contenidos atractivos gráficos, tanto a través de elementos estáticos como en movimiento o vídeos.
Google Forms
Quizás es una herramienta tan cercana que hasta nos había pasado desapercibida. Pero sí, Google Forms te permite crear pruebas y enviar directamente los datos de tus alumnos y sus respuestas a una hoja de datos. Combinándolo con el complemento Flubaroo puede ser el tándem perfecto para evaluar la prueba.
iGiveTest
Para usar iGiveTest tienes dos opciones: autohospedado o en la nube (esta última opción es gratuita). Es una herramienta interesante porque ofrece un diseño personalizable y te da la posibilidad de crear pruebas y test psicológicos en los que, normalmente, no hay respuestas correctas o incorrectas.
¿Cómo consigo que mis alumnos no copien en la prueba online?
Existen numerosas herramientas tecnológicas que te pueden ayudar, como docente, a evitar que tus alumnos hagan trampa en los exámenes online. Incluso si utilizan la clásica chuleta, la que está escrita a boli en un trozo de papel minúsculo. Esa también puedes combatirla.
Estrategias digitales para evitar la picaresca
El uso de programas detectores de plagio está a la orden del día en los centros de formación. A veces, incluso, este control va más allá con técnicas como elproctoring, que permite supervisar exámenes en línea, verificar la identidad del alumno y vigilarlo para alertar al profesor si pasa ‘algo raro’ (si desaparece de la pantalla, si ha hecho algún movimiento extraño, si está hablando con alguien…).
Esta estrategia de control es bastante completa porque, además, puede bloquear el acceso a la navegación o a aplicaciones en el ordenador del estudiante. Esto, sumado a que lo graba a través de una webcam con micro, ya ha generado algo de controversia, pues, en cierta medida, puede considerarse como una amenaza a la privacidad y protección de datos del alumno; y, por otro lado, puede generar en este cierta ansiedad al saber que cada uno de sus movimientos está vigilado ‘al milímetro’.
Estrategias old school, pero muy efectivas
No todas las soluciones contra la picaresca tienen que pasar necesariamente por el uso de la tecnología a niveles extremos como si fuésemos protas de un capítulo de Black Mirror. Y es que, a veces, la lógica y el sentido común son los que nos dan las más simples y óptimas soluciones. ¿Una de ellas? Revisar cómo planteamos las pruebas.
Como ocurre con los exámenes presenciales, no todas las asignaturas o temáticas se ajustan a un mismo tipo de examen. Y, en este caso, además, esto es algo a tener muy en cuenta, ya que un adecuado planteamiento de la prueba puede garantizar que el alumno no copie: a través de preguntas de desarrollo, por ejemplo, o simulaciones de situaciones reales (incluso en escenarios virtuales). Además, no siempre es cuestión de evaluar conocimientos, sino también habilidades (argumentación, visión crítica, capacidad de análisis…).
Ahora que ya estás más familiarizado con el funcionamiento y características de los exámenes online, solo nos queda recordarte que lo principal, ante todo, es que no le temas al asunto. Como estudiante, cuentas con todas las facilidades para que la experiencia sea positiva. Y como profe, la tecnología te va a echar un cable. ¡Mucha suerte!