Las fake news o noticias falsas son bulos con apariencia de contenido periodístico que se difunden a través de portales de noticias y, sobre todo, de redes sociales. ¿Sabes cómo combatirlas?
Las fake news o noticias falsas son bulos con apariencia de contenido periodístico que se difunden a través de portales de noticias y, sobre todo, de redes sociales.
Suponen un problema porque muchos usuarios creen que su contenido es verídico y, por eso, estas fake news tienen la capacidad de alterar la opinión sobre temas políticos, sociales o la imagen pública de una marca o personaje. ¿Te has cruzado alguna vez con una noticia falsa que creías real?
Es probable, porque según un estudio de Simple Lógica y la Universidad Complutense de Madrid, el 86% de los españoles confunden las fake news con noticias reales. Y eso que el 60% de los encuestados cree que sabe detectar una noticia falsa cuando la lee, pero el informe señala que solo el 14% aciertan.
Un rasgo común de las fake news son sus titulares alarmistas o irreales. Pero, si realmente quieres saber si esa información que te ha llamado la atención es falsa, fíjate en el contenido. ¿Ofrece información contrastada? ¿Cita las fuentes? ¿Esas fuentes son fiables?
Las fake news son cada vez más frecuentes, pero sobre todo son rápidas. La investigación llevada a cabo en 2018 por el Media Lab del MIT (el prestigioso Massachusetts Institute of Technology) señalaba que las noticias falsas se difunden más rápido, más lejos y llegan a más personas que las informaciones verdaderas.
Cómo combatir fake news
Para combatir las fake news, se publican decálogos de buenas prácticas, surgen portales y herramientas de fact-checking, como Newtral o Maldita (una práctica, por ejemplo, muy extendida en las entrevistas a líderes políticos) y se organizan foros y actividades para concienciar a la población.
También se intenta atajar el problema desde la fuente. Las principales plataformas de distribución de las fakes news buscan mecanismos para detectar qué contenidos son falsos y así evitar su difusión.
Por ejemplo, Facebook cuenta con un programa de verificación que, cuando considera que una es historia falsa, limita su visibilidad. Y en las búsquedas de YouTube se priorizan los vídeos que pertenecen a fuentes fiables de los que no lo son.
Pero no es suficiente, de acuerdo con las autoridades que persiguen este tipo de prácticas.
Una de las razones de la revolución social que ha supuesto internet es la posibilidad de que cualquier pueda publicar un contenido y compartirlo con otras personas. Del autor depende de que la información sea veraz, esté contrastada y no perjudique de manera intencionada. Por eso, los manuales de ética periodística, como este realizado por el Centro Internacional para Periodistas en colaboración con la UNESCO y el gobierno de Suecia –Ética Periodística en la Era Digital-, son otra buena herramienta para combatir las fake news.