¿Te imaginas una entrevista de trabajo con un robot? ¿Y con un algoritmo? El mercado laboral ha comenzado a integrar herramientas de inteligencia artificial (IA) en la selección y contratación de personal, y esto genera sensaciones encontradas. Te contamos por qué.
Hace tiempo que la inteligencia artificial dejó de ser una cuestión del cine de ciencia ficción. Los coches no vuelan ni existen los patinetes voladores, es cierto, pero esto poco tiene que ver con la forma en la que la IA ha cambiado ya nuestras vidas: asistentes personales virtuales, plataformas educativas, sistemas de reparto y gestión logística, atención comercial a consumidores, servicios financieros y bancarios… La transformación digital llega ahora al mercado de trabajo y lo hace para quedarse. ¿La revolución de las máquinas o una nueva forma de gestión de los recursos humanos?
Las ‘Tres Leyes de la Robótica’ y el mercado laboral
En 1942, el bioquímico, científico, divulgador y escritor Isaac Asimov enunciaba ‘Las Tres Leyes de la Robótica’ en su relato Círculo vicioso:
- Un robot no hará daño a un ser humano ni permitirá que, por inacción, este sufra daño alguno.
- Un robot debe cumplir las órdenes de los seres humanos, excepto si dichas órdenes entran en conflicto con la Primera Ley.
- Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que ello no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.
Curiosamente, esta especie de reglas básicas de la robótica sigue citándose cuando se habla de inteligencia artificial en nuestro contexto actual. Veamos por qué: en 2019, el AI Now Institute, que estudia las posibles consecuencias éticas de la IA, publicaba un informe en el que señalaba los posibles efectos negativos de la inteligencia artificial en la igualdad de oportunidades. Así, menciona los efectos nocivos de buscar que la inteligencia artificial gestione de forma autónoma los procesos de selección laboral basados en criterios como la edad, el sexo o la raza.
En este artículo de El Confidencial observamos cómo el uso imprudente de la inteligencia artificial puede ser nocivo para el mercado de trabajo: desigualdad de oportunidades, falta de representación, sueldo ligado a las características y gustos de las personas, puestos específicos reservados a determinados perfiles, inestabilidad laboral o, incluso, una homogeneización del trabajo peligrosa para plantear desarrollos innovadores. ¿Es este el único futuro posible? En absoluto. Hasta aquí hemos planteado las reservas respecto a las posibles negligencias y consecuencias negativas de un mal uso de la IA.
Veamos ahora qué ventajas puede aportar esta tecnología.
Existe también la posibilidad de integrar la inteligencia artificial en todos los procesos de selección y gestión de personal, de forma que los departamentos de recursos humanos puedan ejercer una mejor labor profesional. La clave es, precisamente, entender la IA como una herramienta al servicio de las personas y no las personas como una herramienta al servicio de la IA. De hecho, en esta investigación de Open Mind BBVA se propone uno de los debates clave que marcará el futuro de la integración de la IA en el mercado laboral: “Existe cierta discrepancia respecto al papel de los departamentos de Recursos Humanos. Para unos, su función debe ceñirse a cuestiones burocráticas, mientras que otros defienden un papel prominente en operaciones comerciales y ejecutivas”. Y tú, ¿qué opinas?
¿Cómo será el profesional del futuro?
La integración de la inteligencia artificial en el mercado de trabajo (por cierto, ¿quieres trabajar en inteligencia artificial?)no tiene por qué acabar pareciéndose a una oscura distopía o una odisea en el espacio en la que los robots “toman el control”. Al contrario, partiendo de una ética digital y una profesionalización continua en los nuevos oficios digitales, la gestión del talento a partir de herramientas de IA puede crear un entorno cada vez mejor.
¿La clave? La formación continua en nuevas destrezas y entornos profesionales. El profesional del futuro será, ante todo, una persona que tendrá que afrontar una adaptación constante a nuevos entornos y desarrollos. Lo único que podemos predecir es que todo seguirá cambiando. Como recoge este reportaje de El Mundo, antes que temer a los robots, lo más útil es formarse para aprovechar las oportunidades de la transformación digital y las nuevas profesiones.
Ante todo, la inteligencia artificial es una herramienta más al servicio de los trabajadores. Ahora bien, es importante conocer sus implicaciones y desarrollar habilidades capaces de diseñar un futuro mejor.